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Del trabajo ‘fuerte y sucio’ crece el arte

Pablo Alvarado, coordinador de la Red Nacional de Jornaleros (NDLO), es un hombre que ha luchado por transformar al jornalero activo y trabajador de las esquinas en un jornalero que adem?s es poeta y m?sico.

‘?Hacemos trabajos fuertes y sucios’, dice Alvarado, ‘?pero tambi?n podemos crear arte expresado en la m?sica y en poemas’.

Alvarado naci? hace 38 a?os en El N?spero, un pueblo a las afueras del departamento de Usulut?n, El Salvador. Sus padres, Sabino Alvarado y Elva Julia Guti?rrez, le inculcaron la importancia de la educaci?n y del trabajo. A los seis a?os de edad, Pablo empez? a trabajar, cortando caf?, limpiando frijol, sembrando cultivos, limpiando milpas y llevando el ganado al potrero.

Su camino, sin embargo, dio un giro un par de a?os despu?s, cuando su hermano mayor se recibi? de maestro y empez? un programa de alfabetismo para los campesinos. Pablo observaba a su hermano y en poco tiempo se convirti? en su ayudante.

‘?Es duro para un ni?o de 8 a?os ver a hombres en sus 40 a 50 a?os que nunca en su vida han tomado un l?piz’, dice Pablo. ‘?Escuchar sus voces roncas repitiendo las vocales es algo que se queda grabado para toda la vida. Al verlos me sent? comprometido con esas personas. Desde ese momento, me cambi? la vida’.

Poco tiempo despu?s, la guerra civil ciment? este cambio en el Pablo adolescente, quien, como miles de salvadore?os, fue testigo de muchos cr?menes cometidos por el ej?rcito y los escuadrones de la muerte.

‘?Ver cada ma?ana partes de cuerpo sobre la calle, cabezas puestas en postes y escuchar a mi mejor amigo por la noche que era torturado por el ej?rcito, eso, para un ni?o de 12 a?os, le cambia la vida’, dice. ‘?Me preguntaba por qu? exist?a tanta injusticia’.

Al tiempo que Pablo les ense?aba a los campesinos a leer y a escribir, les hac?a saber de las injusticias que exist?an. A pesar de la violencia, Pablo pudo ir a la escuela y obtener un diploma de maestro de la Universidad de El Salvador en 1989. Pero como muchos otros j?venes, decidi? abandonar el pa?s con rumbo a Los ?ngeles, a donde lleg? en 1990, cuando ten?a 22 a?os.

As? fue como comenz? a trabajar de jornalero. Por varios a?os, Alvarado sufri? igual que los jornaleros de hoy, con la diferencia que ahora hay leyes que los respaldan para que no sean tan discriminados por sus patrones o por la misma polic?a, pero eso se debe mucho al trabajo organizativo de ?l. Entre 1991 y 1995, Alvarado fue coordinador del Instituto de Educaci?n Popular del Sur de California, en donde desarroll? e implement? programas de alfabetizaci?n para los inmigrantes. Tambi?n organiz? a los jornaleros de Pasadena y, entre 1995 y 2002, fue el coordinador del proyecto de jornaleros de la coalici?n para los derechos humanos de los immigrantes (CHIRLA).

Finalmente, en 2002, Alvarado se convirti? en el coordinador de la Red Nacional de Jornaleros, una organizaci?n nacional que agrupa a varias organizaciones locales que defienden los derechos de los jornaleros. Esto ayud? a darle a Alvarado cierta notoriedad p?blica. Por ello, la revista Time lo coloc? entre los 25 latinos m?s influyentes de Estados Unidos, pero a Alvarado no se le sube la fama a la cabeza.

‘?Aparec? en la misma lista donde est? J-Lo, Salma Hayek y Antonio Villaraigosa. Yo soy el m?s pobrecito de todos y el que tal vez busca un motivo diferente con el poder que mis compa?eros me han dado’, dice Alvarado ri?ndose. ‘??Qu? se gana con ha-cerle culto a una persona? La persona no hace el cambio, el pueblo, el que lucha, es el que marca la diferencia’.

Recuerda que cuando ley? la revista Time, se dijo: ‘?yo no tengo ning?n poder’. Sus compa?eros le explicaron que el poder no est? en tener dinero ni mansiones, sino que el poder est? en su voz, en poder cambiar y poder ir donde personas como los jornaleros no pueden asistir para quejarse.

‘?Me siento con una gran responsabilidad, pero me siento feliz en poder ser el vocero del pueblo’, dice.

Pero la energ?a de Alvarado va m?s all? de ser vocero y activista. Hace ocho a?os, se organiz? un grupo de m?sica, Los Jornaleros del Norte, del cual Alvarado es parte. La banda cuenta con siete jornaleros de Guatemala, El Salvador, Honduras y M?xico, y canta canciones escritas por los mismos jornaleros

‘?Es la voz del pueblo, sus quejas, sus miedos, sus experiencias en las calles’, comenta Alvarado.

‘?Ellos son los que construyen este pa?s’, dice. ‘?Quiero que vean el ser humano, el m?sico, el poeta, el artista, el atleta que hay en nuestro interior’.

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