La constante comunicaci?n, las remesas y el env?o de encomiendas por parte de inmigrantes latinos a sus pa?ses natales muestran que, aunque quieran ser parte del mundo norteamericano, seguir?n cultivando la conexi?n con sus familias y sus pa?ses. Es en pa?ses peque?os como El Salvador donde se nota el gran impacto social y econ?mico de este enlace.
Seg?n cifras de El Banco Central de Reserva de El Salvador, en los primeros tres meses del a?o han recibido $759.6 millones en remesas familiares de personas en Estados Unidos. Se estima que uno de cada cuatro salvadore?os recibe remesas de sus familiares en el extranjero.
“Siento que lo necesitan”, dice Irma Portillo, una salvadore?a que ha estado en el pa?s por m?s de 18 a?os. “Con las remesas de ac?, ellos viven mejor”. Ademas de mandar dinero mensualmente a su mam? y sus hermanos, Portillo acostumbra mandar ropa y regalos por viajero..
El impacto de esto se ve no so- lamente en los pa?ses que reciben, sino tambi?n en Estados Unidos, por medio de una oleada de negocios que solamente se ocupan de enviar encomiendas y remesas.
Las grandes cadenas no han tomado la oportunidad para capitalizar en los env?os a pa?ses latinoamericanos y han dejado que viajeros individuales y negocios peque?os dominen el movimiento de encomiendas.
Negocios modestos como Transportes Don Julio Express en Reseda sirven como el enlace entre latinos inmigrantes y sus familiares.
“Ropa, televisiones y hasta muebles son mandados desde su local”, dice Rafael Jovee, gerente de Transportes Don Julio Express. “Las encomiendas viajan por barco y son entregadas personalmente en las regiones m?s aisladas de Guatemala, Honduras, M?xico, y El salvador”, dice Jovee.
“Aunque no hay un n?mero constante de paquetes que env?an”, dice Jovee, “mensualmente son responsables por el env?o de se- senta a cien encomiendas”.
As?, los inmigrantes no so-lamente proveen dinero para el bienestar de sus familias, sino tambi?n les dan un pedazo de su vida estadounidense. Es ese cambio de dinero, experiencias y cultura lo que mantiene a los inmigrantes conectados con sus pa?ses natales.